El movimiento hippie y la contracultura

 Se entiende por contracultura aquellos valores, tendencias y comportamientos que chocan con los "establecidos" dentro de una sociedad. Un término que fue acuñado por Theodore Roszak, historiador norteamericano, en su libro “El nacimiento de una

Por Redacción Metropolica Radio

The Rolling Stones en el Summerfest de 2015. De izquierda a derecha: Charlie Watts, Ronnie Wood, Mick Jagger y Keith Richards.

 contracultura” publicado en 1968. Se utiliza para referirse a un movimiento organizado seguido por muchas personas, duradero en el tiempo, que suele comenzar como un grupo social y que aspira y sueña con lograr unos objetivos cuando menos controvertidos. A lo largo de la historia podemos encontrar diferentes ejemplos de contracultura. Por citar solo algunos: el romanticismo del siglo XIX, la bohemia, también del siglo XIX, que todavía persiste, la generación beat de los años 50, el movimiento hippie y otras manifestaciones contraculturales de los 60 o el movimiento punk de finales de los 70.

La palabra contracultura conlleva un doble sentido: uno ofensivo, contra la cultura dominante, y otro, de “cultura a la contra” que permanece al margen de todo, al menos en sus inicios. Fue Roszak quien la usó por primera vez para aludir a la actitud rebelde de la juventud de los 60, siendo los beatniks (beats) Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William S. Burroughs los mentores ideológicos que forjaron esa identidad inconformista, cuna de lo que luego fue el movimiento hippie.

Para aquellos que no lo conozcan el término beatnik fue inventado en 1958 por el periodista estadounidense Herb Caen para parodiar y referirse de forma despectiva a la generación beat y sus seguidores, a la que dedicaremos un próximo artículo.

Los hippies surgen en 1966 (aún no está del todo claro) marcando el abandono de los estilos de protesta tradicionales en plena vorágine contra la guerra del Vietnam. Planteaban la renuncia a toda una cultura, un estilo de vida y una forma de ver el mundo. Todo era puesto en tela de juicio por los llamados “hijos de la abundancia”. El gran desarrollo logrado por la educación universitaria americana elevó el nivel cultural de los jóvenes, muchos de los cuales argumentaban que la riqueza material del país debería permitir una mejor calidad de vida. Creían que, organizado de otra manera, se podría disponer de más tiempo libre, un trabajo más apacible y una mayor espiritualidad en las relaciones y también con la naturaleza.

Hippies

Primero se empezó hablando de los “hipsters”, vocablo del hampa en el argot neoyorquino que en el lenguaje “beatnik” tenía otro significado: “el que sabía, el que poseía el don misterioso del lenguaje y de la poesía”. Hippie es un diminutivo de “hipster”, que rebaja la calidad de su sapiencia a un apelativo más bien cariñoso y de edad. Los primeros hippies son los hijos espirituales de los “beatniks” y van en busca de una cierta forma de inocencia. Tenían algo del cristianismo original (la comunidad, el amor al prójimo, el pacifismo, la no violencia), y algo del budismo “zen” (el ascetismo, la paciencia, la sensibilidad). Repudian a la sociedad en que nacieron y quieren librarse de lo que ellos llamaban el “pecado original”; no el de Adán y Eva, sino del hambre que pesaba sobre el mundo, de las bombas atómicas, del trabajo esclavizante y de la adoración al dinero. Lo quieren encontrar por el camino de la evasión: drogas, sexo libre, la naturaleza, el cuerpo desnudo, las flores, la pasividad, y se denominan así mismos “hijos de las flores” o “pueblo feliz”.

Más tarde, el calificativo hippie se vuelve más genérico, amplio, y se aplica a todos los que viven en cierta promiscuidad, dejan crecer sus cabellos, rasguean una guitarra y viven de forma perezosa; un tipo de gente que de una u otra manera siempre ha existido. Sin embargo, el dictamen de la sociedad fue pronto mucho más duro y fácil para significar a los que eluden las reglas, que evaden las normas y que, aunque su propósito sea el bien, terminarán siempre en el mal: ¡¡no puede haber más bien que el “codificado” y quien lo busca fuera irá necesariamente al mal!!

The Rolling Stone

Una figura clave del nuevo movimiento fue Allen Ginsberg. Asociado con los beats como poeta, a mediados de los sesenta cambió su “atuendo” para integrarse en cierta manera en el movimiento hippie. Ambos, beat y hippie, son dos movimientos con actitudes diferentes. Mientras los primeros tendían al cinismo, gustaban de la filosofía existencialista y vestían casi todos de negro o marrón, la actitud de los hippies era más positiva y sus ropas multicolores. Su mayor coincidencia era en el estilo bohemio de vida y una actitud antiautoritaria.

Aññen Hippie

El movimiento hippie se generó en Estados Unidos en los años 60 para extenderse más tarde por toda Europa y el resto del mundo. Después de la segunda guerra mundial (1945) se impusieron unas políticas económicas que permitieron a los trabajadores acceder al mercado de bienes de consumo como nunca antes en la historia. Las clases medias y populares mejoraron mucho gracias al llamado “estado de bienestar”. Sin embargo, ya a partir de la década de los 50 estas mejoras provocaron en la sociedad un cierto conformismo que algunos jóvenes comenzaron a rechazar y que se incrementó en los 60 coincidiendo con una etapa de mayor consumo donde artículos privativos de minorías pasaron a estar al alcance de muchas personas. Todas estas transformaciones fueron incubando una protesta juvenil que dio lugar finalmente al ensayo de experiencias no convencionales. Consideraban mediocre y aburrido el mundo “burgués” e iniciaron la búsqueda de una vida más espiritual en contacto con la naturaleza. A ese conjunto de jóvenes se le empezó a conocer entonces como “movimiento hippie”. Pretendían cambiar de forma integra a una sociedad que condenaban por su actitud cómoda y conservadora mediante una actitud contestataria y de retiro, reuniéndose en comunas constituidas como organizaciones libres, sin jerarquías, en total contraposición a la existente y para ellos burguesa.

Desde un punto de vista artístico su estilo fue el psicodélico, uno de los componentes más notorios de la nueva contracultura, que ofrece una vía de escape a los límites impuestos por la conciencia a través de drogas alucinógenas como por ejemplo el LSD. Fue una característica que se plasmó en casi todos los ámbitos: moda, artes gráficas,… pero sobre todo en la pintura y en la música, con grandes cantantes de referencia como Janis Joplin, y bandas como Grateful Dead, Jefferson Airplane o Pink Floyd, solo por nombrar algunos. El movimiento hippie, contracultural, libertario y pacifista, tuvo su base principal en la ciudad de San Francisco (California), en su distrito o barrio de Haight-Ashbury y sus reuniones fueron cada vez más y más conocidas en gran parte gracias a los medios de comunicación, aunque hubo algunas, casi todas relacionadas con la música, que quedarán en la memoria para siempre. 

Scott McKenzie Coleccion Metropolica

La primera fue el Festival pop de Monterrey (San Francisco) de 1967, al que asistieron más de 200000 personas y donde la canción “San Francisco” de Scott McKenzie se convirtió en el himno oficial de la comunidad hippie. Fue el primer gran festival pop celebrado al aire libre. Su poderosa combinación de música y cultura juvenil marcó uno de los hitos más significativos de los años 60. No solo tocaron muchas de las bandas psicodélicas del área de San Francisco, sino también grandes grupos británicos como The Who o The Animals, y cantantes como Janis Joplin o Jimi Hendrix, cuyo lanzamiento a la fama se produjo allí precisamente. Todos estos hechos dieron notoriedad internacional al fenómeno hippie, que fue recibido con gran escándalo y fuerte rechazo a su modo de vida por los sectores conservadores de la sociedad americana. Una de sus propuestas que más indignaba era el uso de drogas y las libertarias prácticas sexuales. A partir de 1967 se comenzó a llamar “Verano del Amor” (“Summer of Love”) a todo lo que aconteció alrededor del festival de Monterrey y la concentración hippie de San Francisco. Una ciudad que, habiendo sido ya muy importante para la generación beat, se convirtió en el centro neurálgico del movimiento hippie y capital mundial de la música. ¡¡Nacía así una nueva contracultura!! Esta primera edición del festival estuvo también muy influida por la música de The Beatles, que en 1965 ya habían abandonado su etapa pop para experimentar con el rock psicodélico. Su famoso tema “All You Need Is Love”, todo un canto a la libertad y a la unidad, enseguida captó la esencia de los principios en que se basaba el “Verano del Amor”, que pasó a ser ampliamente difundido por la televisión y que ayudó sin duda a propagar con rapidez el estilo “libre” de la vida “hippie” entre la juventud.

Hubo un segundo acontecimiento musical, quizás el más importante, que marcó un antes y un después en la era hippie. Fue el Festival de Woodstock de 1969 , que llegó a reunir durante tres días a cerca de 500.000 personas. Celebrado en una granja del estado de Nueva York, multitud de jóvenes, a pesar de las lluvias, el barro y las insuficientes instalaciones, abarrotaron un encuentro que pasaría a la historia, no solo musical. Joan Baez, Crosby, Stills, Nash & Young, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jefferson Airplane, The Grateful Dead, Creedence Clearwater Revival, The Who o Santana, son tan solo una parte de los grandes músicos o conjuntos que actuaron en un festival anunciado como “tres días de paz y amor”. El movimiento hippie siempre encontró en el rock and roll un modo de expresión para sus valores básicos de tolerancia y amor. Estudiantes, fumadores de marihuana y otras drogas alucinógenas, comunas organizadas y hippies, acudieron a una cita nominada como “reunión de todas las tribus”, creando una de las leyendas más vivas de la cultura musical y rockera.

Christian Buehner ARTISTA MULTIMEDIA • PRODUCTOR • ISLA TENERIFE

La imagen típica del hippie en el caso de los hombres se caracterizaba por el pelo largo (en las mujeres también) y barba mucho más larga de lo “normal”, algo que era considerado como una ofensa, sinónimo de suciedad, para la mayoría de la sociedad, incluso como “cosa de mujeres” cuando se referían a los “pelos largos”. Lo cierto es que el cabello largo para ambos sexos y su forma particular de vestir fueron sus señas de identidad, muestra de una actitud contestataria y contracultural. Otras características asociadas al estilo hippie fueron sus ropas de colores brillantes y desteñidas, camisas largas, pantalones “pata de elefante” o símbolos como la flor. Muchos confeccionaban su propia indumentaria como una protesta más ante la cultura consumista. En su manera de relacionarse, los hippies se solían reunir en fiestas al aire libre o en casas de amigos para tocar o componer música, vivían en comunas y practicaban el amor libre como rechazo a la institución del matrimonio, conductas contrarias a las imposiciones de las Iglesias o el Estado, que eran vistas como una intromisión en su vida personal. Otra signo de identidad fue el uso de drogas como marihuana, hachís, o alucinógenos como el LSD, con las que pretendían alcanzar estados alterados de la conciencia. También buscaron experiencias como la meditación, poco usual en aquellos tiempos. ¡¡Todo ello conformaba su manera de rebelarse contra el sistema establecido!!

Hell’s Angels

Aunque las siguientes generaciones en cierta manera mantendrían vivo el movimiento, los hippies enseguida quedaron pasados de moda. El optimismo que emanaba la nueva contracultura se empezó a resquebrajar poco a poco. A ello contribuyó en gran medida el escándalo mediático del caso Manson (agosto 1969) y los tremendos hechos ocurridos en el Festival pop de Altamont (diciembre 1969) que les desprestigiaron por completo, incluso entre la gente que en principio había simpatizado. Dos sucesos terribles. Además, partes de su estética, como el pelo largo o los pantalones de campana, pronto pasaron a ser una simple moda seguida por muchos jóvenes que no tenían por que compartir sus ideales, quedando totalmente difuminados como signo de identidad.

Charles Manson pasó a la historia negra de EEUU de la década de los 60 por liderar a la peligrosa secta “La familia”, responsable de una cadena de asesinatos en Los Ángeles, entre los que se encontraba la actriz Sharon Tate, casada entonces con el director de cine Roman Polanski. Una matanza con tintes r¡tuales en la que se intentó relacionar a los hippies. Manson fue sentenciado a morir en la cámara de gas en 1971, pena que fue conmutada más tarde por cadena perpetua después que los tribunales declararan inconstitucional castigar con la muerte en el Estado de California. Para muchos, Manson respondía al estereotipo de pelo largo y prácticas sexuales promiscuas, aunque en realidad sus costumbres eran totalmente opuestas a los valores hippies del pacifismo. Aún así muchos decidieron asociarlo con este movimiento.

Otro suceso que afectó profundamente al movimiento hippie fue el asesinato de un joven negro por un miembro de la conocida pandilla de motos “Hell’s Angels” (“Ángeles del Infierno”) durante el Festival pop de Altamont (California) en diciembre de 1969 mientras tocaban los míticos The Rolling Stones. Organizado por la famosa banda británica, siempre será recordado por sus episodios de desorden y violencia, que dejaron un saldo de un homicidio y tres muertes accidentales. Apenas habían transcurrido cuatro meses del Festival de Woodstock y el grupo ingles quería cerrar su exitosa gira por los Estados Unidos con un concierto memorable junto a otras grandes bandas como Santana, Jefferson Airplane, Crosby, Stills & Nash o The Grateful Dead. Mucha gente especulaba conque el evento se convertiría en otro “Woodstock”. En principio se pretendió realizar en el Golden Gate Park de San Francisco, pero no recibieron autorización. La policía no se sentía con capacidad para controlar a la multitud de gente esperada. Asistieron más de 300000 personas. A última hora, faltando tan sólo dos días para el concierto, Mike Jagger, cabeza visible de los Rolling, se decidió finalmente por el abandonado autódromo de Altamont, al norte de California.

Los problemas surgieron durante el concierto al haberse empeñado en contratar como seguridad a la famosa pandilla motorizada “Ángeles del Infierno”. Se había iniciado el espectáculo con la salida al escenario de Carlos Santana y se comprobó que el sistema de sonido no era suficiente para la gran cantidad de gente reunida. Algo que puso de muy mal humor a los espectadores. Empezaron a tener roces con la seguridad, que para más inri no se cansaban de golpear con tacos de billar, cadenas e incluso atemorizando con sus motos. El escenario, muy bajo, enseguida se rodeó de gente. ¡¡Fue un verdadero caos!! En medio de la trifulca el vocalista de Jefferson Airplane fue noqueado por un “Ángel del Infierno”. Entonces The Grateful Dead se negaron a tocar. Mick Jagger, al encontrarse con un ambiente tan hostil, pidió calma antes de que The Rolling Stones comenzaran su actuación. Llegaron a cantar tres temas con más o menos problemas, pero cuando iniciaban la interpretación de “Under My Thumb” se escucharon fuertes gritos, formándose una tremenda pelea en uno de los lados del escenario al apuñalar varias veces un motociclista de “Ángeles del Infierno” a un joven negro que empuñaba una pistola. El chico asesinado se llamaba Meredith Hunter y se dijo que estaba apuntando a Mick Jagger, gritando que iba a matarlo. The Rolling Stones suspendieron el concierto de inmediato y salieron corriendo hacia un helicóptero que les estaba esperando, que incluso tuvo problemas en el despegue. Así lo contaba Keith Richards, uno de los Rolling: “Todo el mundo corriendo por esa colina hacia el helicóptero. ¡¡Era como Vietnam!! Tenías que saltar y subir por esa escalera de cuerda. Teníamos que salir de allí”. Ese día marcó el final de los pacíficos años 60 y al movimiento hippie pareció llegarle su final. Para colmo, pocos meses después morían dos de sus más grandes íconos: Jimmy Hendrix y Janis Joplin.

En realidad los verdaderos hippies fueron aquellos que como símbolo regalaban flores a la gente, usaban ropa de muchos colores, se atiborraban de collares, usaban sandalias y sombreros de ala ancha y protestaban por la paz en el mundo. Aquellos que se rebelaron contra la sociedad de consumo, el modo de vida americano y el sistema político. Los que experimentaron nuevas formas de relaciones interpersonales viviendo en comunidades. Los de la famosa frase “Paz y amor”, estereotipo recortado de “Paz, amor, sexo, drogas y, si quieres, también rock and roll”, en contraposición a la violencia y a la guerra. También los de “sexo y drogas”, los contrarios a la hipocresía dominante, a la familia burguesa y la represión sexual. Los de “libertad, anarquía y vuelta a la naturaleza” y en contra de la política agresiva y la industria, del trabajo asalariado y la sociedad consumista. Sus años de esplendor transcurrieron entre 1966 y 1969, momento en que se convirtieron en un objeto más de consumo para los medios de comunicación. De los movimientos juveniles surgidos a lo largo de la historia sin duda el hippie ha sido de los más imitados y difundidos. Sin embargo, si bien contribuyeron a cambiar un poco el mundo de entonces, pagaron un alto precio sucumbiendo a sus propias contradicciones. Son muchos los que aseguran que pese a renegar de la sociedad de consumo, los hippies nunca plantearon una solución real alternativa.

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